«LA DISIDENCIA HOY HA VUELTO A SER MAYORÍA, PERO LOS PARTIDOS SE CIERRAN SOBRE SÍ» ¿RUMBO? NINGUNO, CARLOS BLANCO, TIEMPO DE PALABRA
Manejo de la Economía.
Jorge Giordani se ha impuesto en esta pelea, al menos por ahora. No lo ha hecho, de acuerdo a sus declaraciones, basado en razones sino en sentimientos; no se trata de lograr objetivos económicos sino de hacer que sus enemigos prueben la arenilla que se mete en la boca cuando a alguien le machucan la cabeza contra el pavimento. Giordani, que era un modoso fantaseador de la planificación centralizada, encontró en Chávez la mina de oro que le permitió vengarse de sus propias modestias y a partir de allí ha decidido quebrarles el espinazo a los especuladores que son todos aquellos que se comportan racionalmente en una economía salvaje. Se cuida bien de no mirar a sus lados, donde están sentados los que han vendido ilegalmente dólares en el mercado permuta, cuando han debido entregarlos al Banco Central.
Quien conozca a Giordani desde hace años jamás habría podido imaginar que esa desgarbada catadura, de hablar suave, albergara tanto deseo de poder y tanto odio como el que trasunta. Él, como Chávez, quiere ver a sus enemigos chillando; tal vez no con la picana sino con la ruina. Giordani tiene ventajas sobre sus colegas pues no le interesa la acumulación personal de bienes (como por ejemplo al colega pillín que, aseguran, se nacionalizó en Luxemburgo); lo que le interesa es el ejercicio duro del poder. Ha logrado experimentar el goce siniestro de ver cómo se arruinan los empresarios porque sobre la desolación se edificará el socialismo a fuerza de hambre y fuego.
Lo que hacen los chiflados al mando, con la clara oposición de varios miembros del directorio del BCV, incluido Merentes, así como de otros que tienen nociones de economía, es detener en seco el aparato productivo. Pararlo por completo mientras cavilan sobre la manera de meter más alcabalas y controles; en tanto las importaciones -que son de casi todo lo que se come- se paralizan hasta que un grupo de caballeros y doncellas lleguen a entenderse. La ilusión que tienen estos personajes es que una vez que hayan detenido el músculo cardíaco del país por 15 días, volverán a conectar los cables y la humanidad echará a andar otra vez. Estos nigromantes usan «esa clase de remedios que curan la enfermedad matando al paciente» (Keynes dixit). Escasez e inflación son las respuestas que vendrán a las medidas tomadas. Buscarán como responsables a «los especuladores» e incrementarán controles, apretando el cuello a cualquiera que pase por allí hasta que no les quede otro cuello libre que el propio.
¡Agárrenlo, que se va!
El resultado lamentable es que estos sapos uniformados o de cuello blanco pueden hacer cosas horribles como las que han practicado en contra de muchos, como a la jueza Afiuni, Leocenis García, Baduel, Álvarez Paz, Diego Arria, los comisarios, la Gente del Petróleo, Otto Gebauer… Hacen daño; se vengan. Pero apuntan a donde no es. Ese descontento que anda por allí estalla todos los días como fumarolas dispersas; llegará un día en que una dirección competente, lúcida y arrojada, convertirá la furia en fuerza. Si no llega el caos total primero.
La Otra Banda.
Los del Medio.
http://www.tiempodepalabra.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, MOVIMIENTO REPUBLICANO MR, REPUBLICANO, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES ASAMBLEA NACIONAL, UNIDAD ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA